miércoles, 1 de febrero de 2012

Para dejar picando / 1

Los excluidos, en cambio, no tienen ninguna posibilidad de desarrollar un proyecto, porque no los une nada más que su condición de excluidos. Es terrible, pero hay una expresión que revela esto de una manera muy trágica: ‘los excluidos molestan al sistema por su presencia, no por sus proyectos’. Los trabajadores tienen proyectos alternativos y la capacidad de organizarse a partir de su situación, de su ubicación en la sociedad. Los excluidos no, porque no hay nada que los una, no hay ninguna organización posible. Por eso la protesta del excluido es una protesta caótica: es la violencia, es la droga, es la marginalidad, es la desintegración. No es la protesta basada en la presentación de un proyecto alternativo de sociedad.

Juan Carlos Tedesco
Educador y pedagogo argentino

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